Este año Sirvent y Granados abogados celebra sus 25 años de existencia. Fue en el año 1993 cuando los abogados Carlos Gómez Sirvent y Emilio Granados abrieron su despacho. Amigos desde la universidad, tras un breve paso por otros despachos decidieron unirse bajo el nombre Sirvent y Granados. Les había surgido una oportunidad de negocio que, aunque finalmente no se llegó a materializar, sirvió para darles el empujón que necesitaban.

Cada uno aportó lo que pudo, una suma de dinero que apenas dio para pagar el alquiler y los muebles de su primera oficina en la calle Emilio Calzadilla. Además, contaban con un solo ordenador, que previamente había pertenecido al hermano de Carlos y que compartían por turnos.

Siendo sus padres empresarios, tuvieron muy claro que querían darle a su despacho un formato de empresa de servicios, muy distinto al estilo tradicional que predominaba en el momento. De ahí que dos años más tarde se constituyeran como s.l., una decisión un tanto polémica ya que fueron de los primeros despachos en dar este paso.

Entre sus primeros clientes se encontraba una importante entidad bancaria. Ha sido quizás esta experiencia “al otro lado de la barrera” la que les ha permitido conocer bien el entorno de la banca y convertirse hoy en uno de los despachos referentes cuando se trata de temas bancarios.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces, hoy en día, empezar de esta forma hubiera sido imposible. En muchas ocasiones, consideran que ha sido cuestión de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Si bien, durante estos años el camino ha sido a veces complicado y ha requerido de un esfuerzo importante.

En la actualidad el equipo de Sirvent y Granados está formado por 7 personas, considerando que la clave del negocio está en la especialización. En un entorno masificado y con mucha competencia, la subsistencia de un abogado generalista es difícil.

Por ello, en Sirvent y Granados la apuesta por la diferenciación a través del trato personalizado y la especialización ha sido firme y constante, tratando a cada cliente como un caso único de forma individual, comprendiendo sus necesidades y sus perspectivas.